domingo, 3 de agosto de 2014

La generación del 27 (4): Rasgos Generales (2)


Continuo esta entrada sobre los poetas de la "Generacion del 27", estaba abordando los rasgos generales que les convierten en generación, al menos en un momento de su historia. Prosigo copiando el texto de 1.966.

"E) Hasta ahora hemos ido estudiando movimiento tras movimiento en la Literatura, generación tras generación observando que cada uno/a supone una ruptura con el/la anterior. Los poetas del 27 no rompen la madeja de las generaciones anteriores, que en el caso de la del 98 sigue dando sus frutos. No nace tampoco como reacción a la catástrofe nacional.

No hay, por lo tanto, un quiebre desde la poesía modernista a la poesía actual. Si miramos hacia atrás todo es una continuidad, una homogénea continuidad que se va ensanchando progresivamente. Podemos sí citar el conato de rompimiento de esta histológica procesionaria, que supone el ultraismo.

El ultraismo es un movimiento que tiene matices e influencias desde el creacionismo al dadaismo, pero se desvanece después de unas tumultuosas veladas salvándode solamente Gerardo, "Nuestro Gerardo", dice Jorge Guillén

F) Apoliticismo. Tampoco existe un vínculo político. Ninguno quiere saber las ideas políticas de los otros y descaradamente las ignoran. Fijémonos en Alberti. El gaditano y marinero Rafael es un muchacho inconsciente que degusta la vida intensamente profesando el más amplio anarquismo literario. No podemos imaginarlo entonces como pieza de una organización política, menos si exige disciplina.




Tampoco Federico lo fue. En julio de 1936 (fecha del llamado Alzamiento Nacional) lee a sus amigos "La casa de Bernarda Alba" se despide con unas palabras gradiclocuentes "Yo no voy a hacer nada...yo nunca seré político. Yo soy revolucionario porque no hay verdadero poeta que no sea revolucionario"

Con estas palabras se eleva a su dimensión poeta, se aproxima a su cielo y en un instante inexacto se situa junto a Dios y se pone junto a El a crear. Éste haciendo cosas de la nada, aquel con los dedos llenos de palabras y de estrofas.

Lástima que este espíritu apolítico con que surge la generación no quedase truncado en los preámbulosde la Guerra Civil española."

Truncada no por la política (finalmente estuvieron en el mismo bando) sino por la muerte de Federico quedó la amistad con Rafael Alberti, que años más tarde le recitó  de esta manera: