viernes, 9 de junio de 2017

Soneto a los chicos de Preu, promoción 1.967


Fuimos alumnos del grupo B del Instituto Ramiro de Maeztu; con el tiempo nos fuimos reencontrando. Ahora al celebrarse los 50 años de terminar nuestro Preuniversitario, toda la promoción lo celebró, entre ellos nosotros. 

Nos sorprendemos de la facilidad con la que el vínculo se ha reconstruido. Sin duda tendremos conversaciones en el futuro que expliquen qué características tuvo nuestro afecto, qué circunstancias lo han mantenido incólume. Hoy me arrogo el título que en abril de 1.967  la revista Candil me otorgó ("El poeta de Ramiro") y escribo transido de emociones. 

Soneto

Aquí fuimos  futuro, aquí crecimos.
Se abrieron nuestros ojos a la vida,
no hubo puertas cerradas, no hubo heridas;
cada día fue intenso y nuevo y lo vivimos.

Aquí fuimos tronco y raíz de una aventura,
conocimos la dulce amistad y el desafío,
fuimos madera, barro y levadura,
aprendimos que el río nunca es el mismo río.

Cincuenta años después nos encontramos.
Lo que parecía eterno, fue apenas un minuto,
aunque trae una luz especial, que celebramos,
un mensaje, en la indeleble tinta azul del Instituto:

“No sois ya aquellos jóvenes aprendices de antes,
pero seréis por siempre puros y alegres Estudiantes”.