Hacía más de un año que no entraba a este blog. Encontré una entrada en borrador que acabo de subir y ¿por qué venía? Dentro de unas horas se cumplirán 6 años de mi operación del corazón. Lo viví y lo vivo como una prórroga de mi vida, el comienzo de una etapa intensa y clara. La de aprender y entregar.
Hace dos meses cumplí 66 años, el 6 me ronda y escribí detrás de las notas de una reunión los primeros versos de un poema que titulé 66. Hoy lo subo, por los 6 años de alargue (dirían en Chile) tal vez eso signifique regresar a este lugar de la poesía.
66
Vivimos solos la vida,
Al morirnos,
el mundo se oscurece.
Cuando escuchamos,
hay alguien que nos habla.
Al abrir el corazón
entra el amor, la sangre se vacía
como un vaso sin agua,
cuando callamos al fin,
el universo trina y
un pájaro se calla.
Vivimos la vida juntos.
Al amanecer
un niño se asoma a la ventana.
al medio dia
las espigas florecen.
Todo es jardín,
el negro es esperanza
Llega la tarde
y hablamos con el joven
que no duerme.
Se cruzan los trenes,
el dolor se aplaca.
Cuando anochezca
te llevaré conmigo.
Te llevaré conmigo, sí
cuando anochezca,
no recordaré que luces,
ni que calles,
las esquinas doblarán
escenas que no fueron.
Mis cuadernos,
cuadriculados de errores,
estrecharán sus páginas.
Pero tendré un farol,
tus ojos en la noche,
la luna pálida
y alguna certeza
de que viví
y de que estabas.