viernes, 1 de noviembre de 2013

Antonio Machado, su verso último

E
Ese momento contado por mi padre: el poeta enfermo, trasladado en ambulancia cruzando la frontera de Francia en la que largas filas de españoles hundidos en la tristeza salían de mi país, se quedó en mi memoria.

Luego supe que en un bolsillo del gabán de Machado, encontraron después de muerto un papel con un solo verso. Y precisamente ese verso es para mí el más conmovedor de su poesía. Lo he musitado muchas veces en mi vida, lo he insertado en escritos.

"Estos días azules y este sol de la infancia"

Una sola linea para describir toda la melancolía.

Después de muerto, también, el franquismo canalla le escupió su trayectoria de maestro expulsándole del cuerpo de catedráticos de Instituto. En 1981 en la España democrática, Federico Mayor Zaragoza lo rehabilitó como nuestra historia requería. Mientras tanto Francia fue su casa de muerte y a Collioure llegaron las cartas de quienes recordaban sus propios días azules, la luz de la infancia oculta en una postguerra fratricida, dolorosa, innecesaria.

Ya Machado había escrito el poema que nos describía como pueblo

 Españolito que vienes al mundo

Ya hay un español que quiere
vivir y a vivir empieza,
entre una España que muere
y otra España que bosteza.

Españolito que vienes
al mundo te guarde Dios.
una de las dos Españas
ha de helarte el corazón.