Termino ya con mi mirada a la Generacion más emblemática de la poesía española, renuncio a completar el hilo de mi escrito escolar de 1.967 y sólo traeré los últimos párrafos para concluir. Finalmente era demasiado largo.
Volveré en otros post, sin embargo, a alguna de sus individualidades que fueron importantes para mí más tarde, como Luis Cernuda, o crecientemente como Miguel Hernández.
A partir de 1.927 empezaron a relajarse los vínculos, Gerardo Diego,
Jorge Guillén, Pedro Salinas, García Lorca y Rafael Alberti habían alcanzado la plenitud y varios de ellos toman partido por la política.
Alberti profesa abiertamente el comunismo, al igual que el chileno Neruda y
Miguel Hernández.Se decantan por una poesía más comprometida. La Guerra Civil viene definitivamente a separarlos y con
ella acaba el concepto de grupo.
El escrito de l67 termina con el siguiente apartado
"ESTADO ACTUAL DE LA
GENERACIÓN
Federico, como hemos visto, fue asesinado en agosto de 1936,
cuando las tropas nacionales se asentaron en Vízcar (Granada).
Los izquierdistas fueron todos exiliados. Salinas murió en
Boston.
Alberti está en Italia después de haber vivido en Buenos
Aires (Argentina).
Guillén también en Italia, “jubilado”, como dice nuestro
libro.
Los que fueron a favor del régimen o no tuvieron
intervención política, son miembros de la Real academia de la Lengua: Dámaso,
Aleixandre y Gerardo.
Hernández fue condenado a muerte al terminar la guerra.
Argentina, único país que mantenía relaciones con España amenazó con romperlas
si se cumplía la sentencia, juzgando como suficiente el atroz asesinato de
Lorca. Se le condenó entonces a 30 años de cárcel, contrajo la tuberculosis y
abandonado en ella, muere también.
Para no faltar a la tradición nos dice nuestro libro que una
vez muerto su ataúd fue envuelto en la bandera española y la banda de la cárcel
ejecutó una marcha fúnebre como homenaje póstumo.
Vemos pues la disgregación del grupo, sin embargo yo estoy
seguro que, espiritual, la Generación sigue fluyendo en el círculo de todos
ellos y así lo traduzco de uno de los mejores poemas de Alberti: “Retornos a
Chopin, a través de unas manos ya idas”, con el que acabo mi conferencia:
“Y es ahora, distante,/ mas infinitamente que entonces,
desterrado/ del comedor primero, del rincón en penumbra/ de la sala, es ahora,/
cuando aquí, tembloroso,/ traspasado de invierno el corazón, María,/ Vicente,
Milagritos, Agustín y Josefa,/ uno, el seis, Rafael, vuelve a unirse a vosotros,/
por la rama, el amor, por el mar y la pena,/ a través de unas manos, por el mar
y la pena,/ a través de unas manos lloradas que se fueron”.
Fuera ya del documento reseñado, traigo el poema completo de Alberti
Retornos de Chopin a través de unas manos ya idas
A mi madre,
que nos unía a todos en la
música de su viejo piano.
Era en el comedor, primero, era en el dulceque nos unía a todos en la
música de su viejo piano.
comedor de los seis: Agustín y María,
Milagritos, Vicente, Rafael y Josefa.
De allí me viene ahora, invierno aquí, distantes,
casi perdidos ya, desvanecidos míos,
hermanos que no pude llevar a mi estatura;
de allí me viene ahora este acorde de agua,
de allí también, ahora,
esta nocturna rama de arboleda movida,
esta orilla de mar, este amor, esta pena
que hoy, velados en lágrimas, me juntan a vosotros,
a través de unas manos dichosas que se fueron.
Era, luego, en la sala del rincón en penumbra,
lejos del comedor primero de los seis,
y aunque cerca también de vosotros, perdido,
casi infinitamente perdido me sentíais,
muy tarde, ya muy tarde,
cuando empieza a agrandarse la llegada del sueño,
un acorde de agua, una rama nocturna,
una orilla, un amor, una pena a vosotros
dulcemente me unían
a través de unas manos cansadas que se fueron.
Y es ahora, distante,
más infinitamente que entonces, desterrado
del comedor primero, del rincón en penumbra
de la sala, es ahora,
cuando aquí, tembloroso,
traspasado de invierno el corazón, María,
Vicente, Milagritos, Agustín y Josefa,
uno, el seis, Rafael, vuelve a unirse a vosotros,
por la rama, el amor, por el mar y la pena,
a través de unas manos lloradas que se fueron.
Y un homenaje, el último a García Lorca en la voz de Amancio Prada
Con la imagen de Federico y otro poema suyo termino este recorrido por la Generación del 27
No te conoce el toro ni la higuera,
ni caballos ni hormigas de tu casa.
No te conoce tu recuerdo mudo
porque te has muerto para siempre.
No te conoce el lomo de la piedra,
ni el raso negro donde te destrozas.
No te conoce tu recuerdo mudo
porque te has muerto para siempre.
El otoño vendrá con caracolas,
uva de niebla y montes agrupados,
pero nadie querrá mirar tus ojos
porque te has muerto para siempre.
Porque te has muerto para siempre,
como todos los muertos...